Ella era mi mejor amiga, pero tanto que si yo, que si tú, que si las mangas del muerto acabaron por corromperla. Todo fue diferente desde la última pelea, ya estoy hasta al gorro de su carácter, donde todo lo que hago le molesta... de hecho a todo mundo le molesta lo que yo hago, siempre soy la culpable de los problemas de la gente que está a mi alrededor. Pero sólo estoy intentando vivir, dichosa si se puede y si no pues me aguanto. ¿O acaso piensa la gente que mi cometido, mi gran propósito en esta vida es fregarles la existencia?
Soy muy cobarde y encima bien llorona.
O quizás la sobreestimé y realmente ella no puede ser mi mejor amiga, diferencia de edades, diferencia de pensamientos, sólo sé que con ella compartí y pude seguir compartiendo momentos muy bellos... pero no más, esto se fragmentó y sabemos que cuando esto sucede ya no hay marcha atrás, queda esa pequeña (o gran herida), esa cicatriz que el tiempo no cura, sólo refuerza. Fue especial, y estoy agradecido por ello, pero lamento mucho que ya no pueda seguir siendo así.
Me pregunto si a su edad yo también tenía esos arranques de necedad y de coraje, de ceguera, de terquedad. Sí, recuerdo que también era así y que me enojaba por cualquier cosa. Entonces no he creado sino mi reflejo corregido y aumentado.
Tuvimos algo grande o en realidad pequeño pero (maldita sea) era nuestro...
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